Cuando pensamos en la Sagrada Familia de Jesús, María y José, con frecuencia tenemos una imagen idílica en nuestras mentes. Es fácil olvidar que eran: pobres, desplazados debido a la persecución, inmigrantes, muy trabajadores, ¡y no tenían tuberías internas! De hecho, son un modelo para nosotros.
Su vida era de lo perfecto. A pesar de que su santidad estaba mucho más allá de la nuestra, su gran ejemplo para nosotros es que, individualmente y colectivamente, buscaron e implementaron la voluntad de Dios en sus vidas. Si podemos unirnos con la Sagrada Familia en sus luchas, podemos también asociarnos con ellos en su fidelidad a Dios.