El cuarto domingo de Pascua es el Domingo del Buen Pastor. Es una de las imágenes de Jesús más queridas en el arte sagrado. Cada año, la lectura del Evangelio en este día nos da una idea de cuánto se preocupa Jesús por nosotros. Los pastores de la época de Jesús no tenían el carácter más elevado. Como en la historia de la Natividad, estaban en el campo por una razón: ¡nadie los quería en la ciudad! Usar la imagen de que un pastor en realidad podría ser "bueno" habría llamado la atención de los oyentes. Con suerte, también captará nuestra atención. Si dio su vida por nuestra salvación, ¿nosotros seguiremos a donde nos lleve?