¡Cuidado con las viudas litigantes que no te golpeen! Este parece ser un mensaje del Evangelio, pero las lecturas son más sobre la intercesión. En la Biblia dice que los fuertes en la fe apoyen a los débiles. Y los fuertes en la fe tengan cuidado de no caer. He notado que el Evangelio de Lucas habla mucho sobre la fe. Las lecturas de hoy son sobre el apoyo mutuo en la fe. Será un día triste cuando el Señor regrese y no encuentre fe en la tierra. La fe parece estar disminuyendo generación tras generación. Ahora menos gente cree. Hay más ex católicos que católicos practicantes. ¿Encontrará Jesús fe en la tierra? ¿Habrá una sola persona que aún creerá? Ahora las personas tienen opciones con la tecnología, con un teléfono en la mano. Están saturados por todo el ruido y el destello del mundo. Viven en el momento actual e ir a la iglesia es simplemente aburrido, no actractivo en este mundo acelerado. La fe estádisminuyendo. Pero la primera lectura ofrece una solución. Intercesión por los débiles en la fe. Moisés necesitaba a alguien que sostuviera sus brazos en oración. Los debiles necesitan a alguien que se convierta en un poderoso intercesor que no deje de orar por ellos. Alguien que los ame lo suficiente como para orar por ellos mientrar el mundo continúa tratando de debilitar su fe. Podemos convertirnos en guerreros de oración para ellos mientras luchamos contra el mundo por su salvación. Y la mejor arma para usar en esta batalla para salvar su fe es la Biblia. La segunda lectura ofrece una defensa poderosa para el uso de la Biblia. Establece los diferentes propósitos de la Biblia, como la instrucción y la corrección. También nos recuerda que la Biblia no es una invención del hombre, sino que es divinamente inspirada. La Biblia puede usarse para ayudar a otros en asuntos de fe. A los escogidos de Dios se les da este instrumento de salvación, la Biblia, para que sean más competentes en la fe y equipados para toda buena obra. La Biblia se convierte entonces en la espada para defender la fe. Para aquellos que están disminuyendo en la fe, dos fuentes ayudan: la oración de intercesión y la Biblia. No nos demos por vencidos con nadie que esté luchando en su fe, sino volvámonos guerreros de oración para que cuando Jesús venga, encuentre al menos algo de fe en la tierra.