En este último domingo antes de la Cuaresma, la segunda lectura nos da un lindo recordatorio antes de entrar en la temporada penitencial. Pablo les recuerda a los corintios, y a nosotros, que Jesús fue victorioso sobre el pecado y la muerte. Nuestra responsabilidad es permanecer con él. Para que recibamos la recompensa que ganó para nosotros: la vida eterna. Durante la Cuaresma, trate de trabajar en los cambios que lo acercarán a nuestro Señor y sus gracias. En lugar de hacer o no hacer algo durante cuarenta días. Usa estos cuarenta días para implementar cambios que continuarás por el resto de tu vida.