La rivalidad entre hermanos es algo común en muchas familias. Hay quejas sobre el "preferido" entre la familia. Algunos hermanos se comparan a lo largo de las diferentes etapas de sus vidas y no pueden fomentar una amistad. Siempre están compitiendo y comparándose entre sí. Hoy vemos a dos hermanas que están compitiendo de cierta manera en el servicio del Señor. Parece que el Señor le está dando a una (María) la ventaja, sin embargo, ambas hermanas tienen buenas cualidades para destacar. Marta es una trabajadora que quiere mejorar un poco su entorno con su esfuerzo, mientras que María es una contemplativa que disfruta estar en la presencia del Señor. Ambas hermanas están dedicadas al servicio del Señor. En nuestra vida, podemos aplicar nuestro servicio utilizando nuestros diferentes talentos y no sentirnos más grandes o menos que los demás. Todos tenemos algo diferente que aportar a la construcción del Reino. No necesitamos estar en competencia unos con otros. Nos beneficiamos al comprender que los éxitos de los demás también son nuestro éxitos. Podemos celebrar juntos con alegría esos éxitos. Nadie es mejor que otro, pero nos gustaria que como esas hermanas podamos aplicar a nuestra vida tratando de servir al Señor con nuestros diferentes dones. No compitamos, no nos convirtamos en rivales. ¡Estamos todos juntos en esto!