En la segunda lectura de hoy, Santiago da en el clavo. La sociedad pone mucho énfasis en la éducación y la inteligencia. Desafortunadamente, no ponemos suficiente énfasis en la sabiduría. Con todos los avances en ciencia y tecnología, parece que solo temenos más problemas. La sabiduria, según Santiago, trae paz, misericordia y buenos frutos. Sabemos que no podemos cambiar a los demás. Sin embargo, somos capaces de cambiarnos a nosotros mismos. Depende de nosotros individualmente poner en práctica la sabiduría que Jesús enseñó. Si muchos de nosotros nos comprometemos a hacerlo, es possible que otros sigan nuestro buen ejemplo.