A pesar de que solo hemos reanudado las misas por unos pocas semanas, litúrgicamente nos estamos acercando al final de la temporada de Pascua (solo faltan dos domingos). El tono del evangelio cambia de enseñar a los apóstoles a prepararlos para la partida de Jesús (el próximo domingo). Como escuchamos hoy, Jesús promete darnos la ayuda que necesitamos: el Espíritu Santo. También nos dice lo que debemos hacer: estar abiertos a su ayuda y guardar sus mandamientos. La salvación es nuestra cooperación con las gracias de Dios. Él siempre hace su parte; Depende de nosotros hacer nuestra parte.