En la primera lectura de este fin de semana, los príncipes de Judá conspiran contra el profeta Jeremías y lo arrojan a una cisterna. Un rey muy débil preocupado por otros asuntos y fácilmente influenciable no hace nada para salvar al profeta. Una sola persona, Ebed-melec, defiende al profeta Jeremías. En su defensa del profeta, reconoció que la situación era terrible pero no iba dejar morir a una persona inocente como chivo expiatorio. Sorprendentemente, el profeta Jeremías no pronuncia una sola palabra cuando comienza a hundirse en el lodo. Todo este escenario realmente cuestiona nuestra respuesta cuando hay dificultades en la vida de la Iglesia. Las personas reaccionan de manera diferente en tiempos de prueba. Se revela el verdadero carácter. ¿Cuál es nuestra respuesta cuando las cosas van mal? Los príncipes solo querían encontrar un chivo expiatorio, alguien a quien culpar por sus problemas. Los príncipes conspiraron contra la única persona que intentaba hecar un cambio. Podríamos convertirnos en ese tipo de persona y empeorar la situación por nuestra envidia y mala voluntad contra el agente de cambio. El rey era fácil de persuadir y carecía de determinación. Además, en medio de la escasez, estaba distraído y carecía de liderazgo. Podemos convertirnos en ese tipo de persona y centrarnos en cosas superficiales durante el tiempo de prueba y no asumir el liderazgo. Ebed-melec fue la unica persona que abogó por un hombre inocente. Fue valiente y habló con claridad contra el grupo. Podemos convertirnos en ese tipo de persona que defiende de la verdad incluso cuando no es popular y que defiende con valentía una vida inocente. Finalmente, el profeta Jeremías también da una lección sobre qué hacer cuando hay dificultades, cuando parece que el lodo está hasta el cuello. El profeta no pronuncia una sola palabra, porque sabe que será vindicado por Dios. Podemos convertirnos en ese tipo de persona que espera pacientemente en el Señor. El profeta, aun hundido en el lodo, no perdió la compostura y la dignidad. Cuando los tiempos son difíciles, y los problemas son muchos, y el lodo sigue acumulándose, sepa que esta es una prueba de carácter. Eventualmente saldremos de la cisterna y finalmente seremos vindicados.