Es tan fácil esperar hasta el último minuto para hacer una tarea. Conocemos la fecha de vencimiento con mucha anticipación, pero esperamos hasta el último momento posible para completarla. Al diablo le gusta que creas que lo mismo ocurre con tu vida espiritual. Muchas personas caen en el truco: "Tengo mucho tiempo para cambiar.” Sin embargo, Jesús nos dice que tendremos que dar cuenta de nosotros mismos cuando regrese. Si nos ha dado dones y talentos, espera que los usemos ahora, no en el último minuto.