Todos han recibido un llamado de Dios mientras están en este mundo. Quizás algunos se pregunten sobre el significado de sus vidas, otros quizás vean que esta vida no tiene significado. Sin
embargo, para los cristianos, ¡la vida tiene un significado! Dios llamó a la existencia a todos los que existen y les dio un propósito en la vida. Todos tienen algo que compartir, algo que aportar mientras están en este mundo.
Las lecturas de hoy hablan de las muchas veces que Dios llama a las personas a realizar los talentos que Dios les ha dado. Para algunos, es necesario que Dios los llame varias veces para comprender plenamente lo que Dios quiere para sus vidas. Para Samuel fueron tres veces. Para algunos, Dios los llama antes en sus vidas, en su niñez. Saben desde el principio lo que quieren ser cuando sean mayores. Esperan cumplir su misión en la vida. Para otros, Dios los llama por segunda vez, quizás en su vida adulta. En medio de las luchas de la vida diaria, empiezan a ver dónde pueden concentrar su energía y empiezan a entenderlo... ¡cómo vivir bien la vida!
A otros, Dios los llama por tercera vez, ya en la vejez. Quizás algunos piensen que es demasiado tarde, pero muchas personas en esta última etapa de sus vidas han contribuido en gran medida al mejoramiento de este mundo. Les tomó un tiempo, pasada la medianoche [figura retórica aquí relacionada con la primera
lectura] pero finalmente aceptaron el llamado. Cuando algunas
personas se acercan a la jubilación, apenas están comenzando. Hacen mucho bien; aportan mucho. Quizás algunos hubieran
querido hacer su contribución antes, pero aun así su vida no termina hasta que termina. Estas personas recibieron su llamada más tarde en la vida, pero pueden estar satisfechas de haberlo hecho. cumplieron su misión aunque fueran más tarde en la vida.
Dios llama, una y otra vez en la vida. Dios quiere activar a todos para hacer el bien a los demás antes de dejar este mundo. Dios quiere que todos alcancen el potencial que Dios les ha dado. No desperdiciemos la vida en actividades triviales, persiguiendo
torbellinos. Apliquemos el tiempo aquí en la tierra para escuchar el llamado de Dios y, como dice el jingle, "¡La vida es lo que hacemos, así que hagámosla genial!" Quizás enmendar este verso para decir: "La vida es tan preciosa, así que prestemos atención al llamado". Durante el inicio de este año, no dejes que sea otro año más con metas y propuestas de fracasos, pero sé consciente de que el tiempo que se te da en este mundo es limitado y úsalo bien. Recuerda que Dios te llama a existir con un propósito, no dejes pasar un año más, no dejes pasar la vida, cumple el plan que Dios tiene para tu vida. Entonces, pueblo de Dios, ¡activate!