En la segunda lectura de hoy, Pablo les recuerda a los corintios que un aspecto inesplicable de nuestra fe son el juicio de nuestras almas por Dios. La mayoría de las veces nos avergüenza la idea porque suele tener la relación negativa. Sin embargo, Paul lo tiene muy claro. Determinamos cómo se desarrollarán los juicios. San Roberto Belarmino escribió un breve tratado sobre el arte de morir bien. Su premisa es muy sencilla; Si vivimos una buena vida, tendremos una muerte feliz. El mensaje de San Pablo es similar: si queremos ir al cielo, vive una buena vida. Como dicen, “no tendremos a nadie a quien culpar, sino a nosotros mismos.