En la primera lectura de hoy tenemos un gran ejemplo para nuestra vida espiritual. A Elías se le dice que Dios pasará. Las manifestaciones "normales" del Antiguo Testamento de viento de Dios, terremoto e incendio, no revelan a Dios. Es en el susurro que Elijah reconoce la presencia de Dios.
Para nosotros, lo mismo es a menudo cierto. Esperamos grandes y espectaculares actos de Dios. Sin embargo, la mayoría de las veces nos habla en susurros. Al igual que Elijah, si estamos atentos, también experimentaremos la presencia de Dios en nuestras vidas con mayor frecuencia.