Continuamos la alegre celebración de la temporada navideña con la fiesta de hoy de la Sagrada Familia. Si bien es fácil idealizar a Jesús, María y José por su santidad y fidelidad a Dios (se lo merecen), también es importante recordar su condición humana. Sabemos que eran pobres. Por el evangelio de hoy la Presentación de Jesus en el Templo: un par de tórtolas o palomas era la ofrenda para los padres que no podían pagar un cordero. Tuvieron que escapar de la persecución, fueron refugiados en Egipto, tuvieron que trabajar, sufrieron penurias. Cada uno de nosotros puede inspirarse en la Sagrada Familia porque sus experiencias son paralelas a las nuestras. Que siempre busquemos su intercesión para ayudarnos en nuestro viaje para unirnos a ellos en el cielo.