El Domingo del Buen Pastor invita a todos a luchar por dos cualidades en este mundo. Primero, como el Buen Pastor, esforzarse por llevar a otros a la salvación siendo un buen ejemplo y soportando dificultades. En segundo lugar, como el Buen Pastor, luchar por la unidad dentro de la iglesia y dentro de la comunidad. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es posible al reconocer la unidad en la diversidad y en la fe. Oremos que todos nos esforcemos por ser como el Buen Pastor y no simplemente como jornaleros que sólo buscan sus propios intereses. Ora por tu pastor local para que conduzca el rebaño a los pastos eternos del Supremo Pastor mientras él mismo es sostenido en medio de las tribulaciones.