Las lecturas de hoy comienzan con un severo llamado a los llamados pastores que solo extravían a las personas. Hay tantos "pastores" que están en esto solo para sí mismos. No se preocupan por el rebaño de Dios. Solo les importa avanzar en lo que el papa Francisco llama "arribismo". Algunos otros tienen una mala actitud, como si no estuvieran contentos con sus vidas, y otros están involucrados en malas acciones. Escandalizan al rebaño y los que están al límite son derribados. Muchas personas solo están esperando una razón más para abandonar la iglesia, y muchos pastores la proveen con sus malas acciones. Se les pedirá cuentas. Es muy importante recordar, no es su rebaño, solo están atendiendo el rebaño del Buen Pastor. Hay pastores cuyo título es demasiado grande para ellos, son más como sirvientes asalariados que no cuidan de las ovejas, y una vez que ocurre una crisis, abandonan el rebaño. Que Dios dé a la Iglesia verdaderos pastores según Su Corazón. A continuación, las lecturas nos muestran cómo deben comportarse las personas a las que Dios ha confiado ser pastores en su nombre, y las cualidades a las que deben aspirar. Un verdadero pastor encontrará a los que faltan, buscara a los que ya no vienen. A un verdadero pastor le duele perder a una sola persona, incluso a una familia. Mirar las bancas y ver tantos lugares vacíos, es una preocupación para una persona que tiene el corazón de pastor. Un verdadero pastor es también aquel que gobierna sabiamente. Esta persona no se deja llevar por el poder y no le importa ser alguien en la diócesis o se esfuerza por convertirse en monseñor o incluso en obispo. Pero uno que solo trabaja para el rebaño, sea reconocido o no. Un verdadero pastor es también aquel que hace lo que es correcto para su pueblo. A veces esto no se ve fácilmente, y hay muchas críticas. Un verdadero pastor siempre está dispuesto a dar una explicación de una manera lógica para aquellos que preguntan gentilmente por una razón de por qué las cosas están sucediendo de esa manera. Un verdadero pastor es aquel que quiere seguridad para este rebaño. Esta seguridad es tanto espiritual como física. El pastor según el corazón de Jesús es aquel que se preocupa de que el rebaño esté orando y cada vez más cerca de Dios, a través de ayudas espirituales, incluidos los retiros. De una manera física, el verdadero pastor se preocupa por todos para estar a salvo, y nadie se pone en riesgo. Cuando se sigue y se respeta un entorno seguro, esta es una forma de cuidar físicamente al rebaño. La lista continúa. Un verdadero pastor es aquel que también fomenta la justicia en la comunidad. Esto significa que todos son hijos de Dios. Esto significa igualdad. Esto significa respetar las tradiciones culturales de los miembros del rebaño. Esto significa integración. El verdadero pastor busca crear un solo Cuerpo de Cristo, al tiempo que reconoce que hay diferentes miembros de este Cuerpo. Un verdadero pastor busca promover la paz y acabar con la enemistad que existe entre los miembros. Esto significa reconciliar a las facciones beligerantes. El verdadero pastor es el primero en tomar la iniciativa para poner fin a la división y establecer la paz a través de la oración. Lo básico de un verdadero pastor (a comparación a uno falso) es hacer lo que es fundamental para la fe: celebrar los sacramentos dignamente y predicar con poder y convicción. Desafortunadamente, algunos ni siquiera pueden hacer eso. Hay tantos abusos litúrgicos en los sacramentos, y algunos predican demasiado tiempo. Una persona que habla durante cerca de una hora no está realmente predicando y está ofendiendo al rebaño. Yendo más allá de lo litúrgico, un verdadero pastor es aquel que enseña, como Jesús que vio a la gran multitud y compadecido comenzó a enseñarles muchas cosas. Las clases de formación son una forma de mostrar amor por el rebaño. Y finalmente (aunque la lista no es exhaustiva), un verdadero pastor es aquel que reconoce que es necesario retirarse a un lugar solitario, para recargar energías, para conectarse con Dios en oración. Un verdadero pastor se tomará el tiempo para orar por sí mismo (no de una manera egoísta) y orará por el rebaño. El Señor reconoce que es importante "salir y descansar un poco". Es bueno que el verdadero pastor tenga un día de descanso, que se tome su tiempo libre, que se reponga para continuar con la misión de pastorear al pueblo de Dios con un espíritu renovado. Al final, ore por sus pastores, en lugar de criticarlos. Ore por ellos, porque ser un verdadero pastor según el corazón de Jesús no es fácil. Ore por ellos para que puedan adquirir todas estas buenas cualidades en sus vidas. Rece para encontrar en ellos una buena cualidad por la cual estar agradecidos. Ore por su pastor local. Recuerde que, con sus oraciones, puede hacer que tu pastor sea mejor, fiel al llamado recibido por Dios.