La Navidad se ha asociado con dar regalos a los seres queridos. Un regalo que significa aprecio, el cariño que tienes por los más cercanos, pero que en los tiempos actuales se ha convertido en una práctica comercializada que ha sustituido al verdadero significado de la Navidad. Hay más énfasis en esperar o dar un regalo, que en celebrar el nacimiento de Cristo que trae el regalo más grande que la humanidad puede recibir: la salvación. Hablar de Navidad hoy es hablar de regalos. Para aquellos que ya han comprado sus regalos, no se pretende que ya no los entreguen, y para aquellas familias que tienen niños pequeños no se pretende que se queden sin sus regalos. El padre no es el Grinch. Pero gradualmente puedes cambiar el énfasis en dar regalos materiales y enfocarte en lo espiritual. Hay cosas espirituales que la iglesia ofrece durante la Navidad para un gran desarrollo espiritual, tales como: la oración diaria y el rezo del Santo Rosario con énfasis en los misterios gozosos que meditan sobre los misterios de la Encarnación, la práctica de las obras de misericordia ayudando a las personas sin hogar con tiempo y recursos y asistiendo a la misa diaria para celebrar la Octava de Navidad. La iglesia da muchos recursos para nutrir la vida espiritual junto con la oración, pero a menudo se ignoran con una preocupación por las cosas materiales. Una Navidad sin énfasis en los regalos materiales sería una Navidad más consciente, más enfocada en lo importante, que es el nacimiento de Jesús el salvador. Una Navidad sin regalos materiales sería menos estresante, menos concurrida, menos comercializada, menos fría con emoción y menos conmoción. Una Navidad sin regalos materiales abriría la posibilidad de dar lo que realmente no se acaba, y que todos necesitan: un verdadero amor fraterno con los brazos abiertos. Una Navidad sin regalos materiales sería como esa primera Navidad, esa noche de paz, donde no importaba lo que cada uno tuviera, sino que todos miraban a ese niño inocente, que trajo a la humanidad el regalo más grande, que es su salvación. Así que sí, una Navidad sin énfasis en los regalos materiales sería mucho mejor para dar paso a la Navidad con muchos regalos espirituales. Que en esta temporada apreciemos de qué se trata realmente la Navidad, crecer en nuestra vida espiritual. Feliz Navidad con verdadero significado.