El domingo siguiente a la Navidad es la celebración de la Sagrada Familia. Como gran ejemplo de amor y discipulado, es fácil idealizar a la Sagrada Familia y pensar que lo hicieron. A menudo olvidamos que eran pobres, tenía que trabajar para llegar a fin de mes, sufrieron persecución, fueron refugiados en un país extranjero y tuvieron que trasladarse a una nueva ciudad. ¡Suena muy parecido a nuestra parroquia! En todo esto, podemos asociarnos con la Sagrada Familia. Pasaron por cosas que temenos que soportar. En todo esto, permanecieron fieles a la voluntad de Dios. Que podamos seguir su gran ejemplo en nuestras propias familias y vidas.