En la segunda lectura de hoy es el comienzo de la primera carta de Pablo a los Tesalonicenses. Esta es la más antigua de las cartas de Pablo, escrita veinte años después de la ascensión de Jesús al cielo. Esta carta, que leeremos durante el próximo mes, nos da una idea de la iglesia primitiva. Pablo recuerda a la comunidad de conversos que, aunque eligieron aceptar la fe, en realidad fueron elegidos por Dios para ser sus discípulos. Sus buenas obras y su fe son ejemplos de como el Espíritu Santo obra en ellos. Que podamos desatar la energía del Espíritu Santo dentro de nosotros también; para que otros lleguen a conocer a Cristo a través de nuestro buen ejemplo.