En el evangelio de hoy, Jesús nos da muchos puntos para reflexionar. Sin embargo, el tema predominante es consistente: sus discípulos deben actuar de manera diferente a la población general. Él da esta instrucción para no hacer nuestras vidas más difíciles. ¡Más bien, Jesús quiere que sus discípulos sean auténticos representantes de Él! Nos mostró lo que espera de nosotros a través de las acciones de su propia vida. Si hacemos todo lo posible para imitar a Jesús, no solo nuestras vidas serán más santas, sino que atraeremos a otros a la gracia y la vida eterna que él puede ofrecer.