Una de las grandes escenas del evangelio es el evangelio de hoy: la resurrección de Lázaro. A veces hay tantos niveles de interpretación y ángulos de comprensión, que los comentaristas reducen el milagro a solo un preludio de la propia resurrección de Jesús. Aunque eso puede ser así, también es importante observar el aspecto humano. Jesús era amigo de Lázaro, Marta y María. Se preocupaba profundamente por ellos; como lo hicieron por él. Más importante aún, creían en él; "¿No te dije que si crees que verás la gloria de Dios?"
Mientras continuamos nuestra jornada de Cuaresma a través de estos tiempos inciertos, Jesús nos hace la misma pregunta. No es solo nuestra amistad lo que él quiere. Él también quiere nuestra fe.