La Cuaresma es verdaderamente una hermosa temporada del año litúrgico. Frecuentemente nos enfocamos solo en nuestras prácticas y penitencias de Cuaresma. Más que eso, es la temporada del renacimiento. Nuestros catecúmenos y candidatos se encuentran en sus últimas semanas de preparación para los sacramentos de iniciación. Los niños y jóvenes se acercan a la Primera Comunión y Confirmación. Todos nosotros estamos tratando de mejorar para llegar a la Pascua renovados como una imagen más cercana de Cristo. Las lecturas de este primer domingo de Cuaresma están llenas de esperanza. Mientras Dios obró poderosas obras a lo largo de la historia, ese mismo poder salvador está obrando en nosotros hoy. Todo lo que tenemos que hacer es desatarlo y dejarnos transformer esta Cuaresma.