Si pensamos en el evangelio de hace tres semanas, cuando Jesús regaña a Pedro por no querer que sufra, Jesús le dice que está pensando como humanos, no como Dios.La parábola de hoy es una prueba para ver si algo se ha hundido en nuestro corazón. Por supuesto, no es "justo" que todos los trabajadores reciban el mismo salario.Dios no se trata de ser "justo".Dios se trata de ser generoso.Esta parábola refleja cuánto quiere Dios que estemos con él en el cielo.Con suerte, nuestra gratitud por la generosidad de Dios nos inspirará a seguir sus instrucciones más de cerca.