¿Cómo utilizamos las posibilidades y oportunidades que se nos presentan? Para bien o para mal, son una de las formas en que Dios comprueva si estamos prestando atención a nuestra vida de fe. La parábola del evangelio de hoy está dirigida principalmente a los sacerdotes y ancianos (la audiencia a la que se dirige una parábola siempre es importante). Jesús les dice que tienen sus oportunidades y, ¡lo arruinaron! Ahora es el momento de pasar a aquellos que aprovecharán sus oportunidades. Con suerte, estaremos lo suficientemente atentos para que no tenga que decirnos lo mismo.