Cada año, el primer domingo de Cuaresma, la selección del evangelio es la tentación de Jesús en el desierto. Al comenzar nuestras prácticas de cuaresma, nos anima saber que Jesús sufrió tentaciones como nosotros.
Las tentaciones, si reflexionamos sobre ellas, nos cuentan mucho sobre nosotros. El diablo siempre comenzará con nuestra área más débil (no quiere trabajar más duro de lo necesario). Si tenemos una tentación constante, generalmente es una señal de que tenemos problemas que corregir en esa área de nuestra vida espiritual. Finalmente, recuerda que (muy probablemente) siempre tendremos tentaciones. ¡Eso no es malo, teniendo en cuenta que el diablo no tiene que tentar a las personas que ya tiene!