En las lecturas de hoy vemos tres tipos diferentes de hombres. Aunque las lecturas mencionan que eran hombres fácilmente. Se aplica a todos dentro de la iglesia. El primero es Acaz. A primera vista puede parecer que Acaz es un tipo genial, no quiere tentar al Señor pidiéndole ninguna señal. Pero el contexto de la historia es que Acaz no quería una señal porque implicaría un compromiso con el Señor. Quería hacer las cosas a su manera, y una señal solo se interpondrá en medio de sus planes. El contexto histórico es que el rey quería hacer un pacto con sus oponentes sin que Dios interfiriera, por lo que no quería una señal. Pero de todos modos se le iba a dar una señal, y el resultado no le iba a gustar. Acaz nos recuerda a aquellas personas que quieren hacer las cosas a su manera y no quieren ninguna interferencia de nadie en la forma en que quieren vivir sus vidas, incluso de Dios. El Evangelio presenta a otro hombre, que está discerniendo la voluntad de Dios. Él tiene una reacción muy natural cuando descubre que su futura esposa está embarazada, ¡y él NO es el padre! No habia tenido relaciones con ella. Sin embargo, aunque le cuesta entender lo que está sucediendo, obedece el mandato de Dios cuando tiene un sueño. José nos recuerda a aquellas personas que están en un discernimiento de la voluntad de Dios en sus vidas. Dios puede pedirles que hagan algo de lo que no están seguros, pero están dispuestos a intentarlo.Con suerte, no necesitan un sueño para saber que Dios los está llamando a servir y estar abiertos a su voluntad. Finalmente, la segunda lectura nos presenta al mismo San Pablo que inicia su carta afirmando que es esclavo de Cristo Jesús. No tiene miedo ni se ofende por tal descripción. Pero sigue diciendo que es un apóstol. Un enviado para proclamar el evangelio a los gentiles. Es un evangelizador que está llamando a la obediencia de la fe. San Pablo nos recuerda a la persona que se entrega totalmente a Dios y se convierte en un verdadero apóstol cumpliendo la misión de llevar el Evangelio a todos los gentiles del mundo. Aquí es quizás donde Dios quiere que todos terminen. Estos tres hombres nos recuerdan algunas de las diferentes etapas de la actuación. Acaz se encuentra en una etapa de confrontación cuestionando aún, José está en la etapa de cautela moviéndose pero con reservas, y San Pablo está en la etapa de lograr el cumplimiento de su destino. Dios quiere que avancemos hacia la etapa de realización de nuestra fe durante este tiempo de Adviento para que podamos verdaderamente convertirnos en los amados de Dios en Roma, llamados a ser santos. El Adviento es la estación para avanzar y no estancarse en la vida. Pidámosle a Dios que nos ayude a seguir adelante mejorando nuestra vida para que Dios realmente pueda habitar con nosotros.