Hay tanto que hacer para estar encerrado en un lugar por miedo y mucho se puede hacer con la paz del Cristo resucitado dentro del corazón. Esta paz es enfatizada varias veces por el Señor Resucitado. Cristo resucitado es todo para transmitir la paz. Ya no son grandes discursos, ya no explica parábolas, sino que solo ofrece paz. Más de tres veces la frase "La paz sea con vosotros" es dicha por el Señor. En el pasaje cuando aparece resucitado por primera vez e incluso una vez más cuando Tomás estaba presente, da su paz. Esta paz de Cristo permite a Tomás decir la mayor declaración de la divinidad de Cristo: "Señor y Dios mío". Y esta paz permite a los discípulos dejar atrás las puertas cerradas donde estaban por miedo a los judíos. Que en este tiempo de Pascua todos puedan experimentar la paz de Cristo en sus vidas para que puedan romper la cerradura de sus puertas cerradas que les impiden servir al Señor. Hay una gran necesidad en el mundo de Dios para que se libere del miedo y comience a compartir las buenas nuevas de la resurrección. Al salir del lugar del miedo que los paralizaba de cualquier acción, los discípulos comenzaron a marcar la diferencia a tal grado que la gente los tenía en alta estima. Proclamaron el Evangelio con palabras y con hechos. Liberemos nuestro potencial con paz en nuestros corazones para hacer el bien a los demás llevando en el evangelio para que, incluso al pasar, puedan ser sanados y fortalecidos por la paz de Cristo que está en nuestros corazones.