En la segunda lectura y el evangelio de hoy, John usa uno de sus verbos característicos, “permanecer”. El significado da la imagen de quien “habita” o “vive” en una condición particular. Para Juan, la gente mala "habita" en la oscuridad; mientras que los discípulos “moran” en la luz (de Cristo). El contexto de “permanecer” en las lecturas de hoy es muy sencillo: si nos quedamos con Jesús nos irá bien, si pensamos que tenemos una idea mejor y nos vamos por nuestra cuenta, las cosas no irán tan bien. Parafraseando un dicho común, “No tenemos que reinventar la rueda...solo tenemos que mantenerla rodando hacia el cielo”.